martes, 19 de enero de 2010

Mac Andrews; ese traidor

Verán, no es resentimiento, pero es que siempre se ha dicho que Roma no paga traidores.
Y Mac Andrews fue un traidor.
Quizá por mi sangre inglesa o porque nunca tuve un pelo de tonto ;D, nunca me fié de los escoceses.
Se brindó el primero para dejar al margen a los remeros del Rowing, me colocó en el equipo a todos sus amigotes de la Seville Water y de su propia naviera y cuando ya estaba todo montado de dio el piro.
Una lástima, porque mostraba maneras. Era un grandísimo defensa. Nunca se lo perdoné.
Cuando nos dejó en 1892 me contaron que se marchó a Barcelona, y pensé; allí la lía otra vez. Y me salí con la mía. La volvió a liar.
Se le vio jugando al football vestido de rojo en 1893 junto a Wood, en unos terrenos próximos al hipódromo barcelonés, desplazando de su legítimo sitio a los remeros catalanes (igualito, igualito que hizo en Sevilla) y hasta quiso organizar un club de football.
!Valiente fantasma!
Y después se quejan ustedes de mi.

lunes, 18 de enero de 2010

Los catalanes, !esos copiones!

En 1892, a los remeros catalanes les dio por jugar al fútbol.
¡Esto ya lo inventamos nosotros antes aquí, en Sevilla!
Nuestro Rowing Club nació para tapar el hueco que dejaron las extintas sociedades de remo. No me digan que no fue exótico el nombre elegido; Rowing Club ¿mola verdad?
Y conociendo por marineros británicos y por otros hijos de la Gran Bretaña, amiguetes todos, el nuevo y apasionado sport nos lanzamos a practicarlo.
El primer problema vino dado por el desconocimiento que del football tenían los colegas del Rowing. Eran remeros sí, pero no atinaban con la pelota. Vamos que eran todos unos petardos. Así que tuvimos que descartarlos para el equipo de fútbol que creamos y reclutamos a personajes más variopintos, o mejor llamémosle de otro modo, más británicos.

Pd. Les recuerdo que soy un fantasma. El fantasma de Isaías White. Y que White, o sea yo, y mi proyección material y corporal palmaron hace muchos años. No busquen usurpadadores. No cuestionen lo obvio y relájense.
Y recuerden que no les llamé. Entraron sólos.
Y piensen.
Y mediten.
Y sigan en su lucha.

domingo, 17 de enero de 2010

A mis 44 y con bisoñé.

¡Qué mala es la vejez! Y mi memoria de fantasma es peor.
Pero para que me conozcan, les dejo estas imágenes que me hice con estos amigos del club Náutico.
No debo de ser nada difícil de localizar. Mi edad y mi postizo capilar me delatan.


Mi concuñao

Siempre se lo dije a Angelines.
- El marido de tu hermana es un metepatas.
Sí un metepatas ¿pasa algo? Se empeñaba en llevarme la contraria en todo. Siempre pensó que mis deportes de juventud fueron un privilegio de niños "pollo", vamos, de vividores que no tienen que madrugar para ganarse el pan con el sudor de su frente. A él lo hubiese querido yo ver en la fundición, allí si que se sudaba, en esos meses de verano con la calima y el rio al lado despidiendo un bochorno insoportable.
Sí, mi amantísima Angelines, tu cuñado era un sieso.
Anda que tardó bastante en incluirse en la Sociedad Sevilla Balompié, allá por 1908, con tal de llevarme la contraria.
Nunca soportó mis aficiones mi querida Angelines, esposa mía María de los Ángeles LLosent y Pascot.

¡Viajeros al vapor!

A algunos quizá le sorprenda eso de que mi padre montó a medias con otro socio, Adolfo Corveto, una empresa de navegación. Otros me tomarán por un viejo chiflado. !Vaya fantasma! dirán muchos.
Pero sí. Creanme que no les miento. Desde niño acompañé a mi hermana mayor cientos de veces a las oficinas de Villasís a llevarle a mi padre la merienda, donde le veía acompañado de otros de su gremio; Vinuesa, Ybarra y otros consignatarios de distintas nacionalidades.
Casi siempre interrumpían sus conversaciones al vernos llegar. A veces, pocas, les pude oír hablar de política o de novedades y usos sociales que llegaban desde el extranjero.
El vapor "Adela" era nuestro buque insignia.

Tiempo después, los otros socios de mi padre (estos son los que ustedes buscaban ¿verdad?) los hermanos Portilla, se metieron en el negocio aportando sus buenos reales de vellón.

De los Portilla ya les hablaré en otro momento.

sábado, 16 de enero de 2010

La empresa de navegación de mi padre

Como les decía, desde niño anduve chiflado por los barcos, el rió y la navegación.

Influyó sin duda el negocio o empresa de navegación que montó mi padre en la plaza de Villasís.

Antes de proseguir, dejen que les cuente que hoy en día debo andar por los ciento cuarenta años más o menos -ya perdí la cuenta- y como comprenderán nadie vive tantos años con la memoria intacta... ni si quiera con el cuerpo intacto (salvo ciertos privilegiados que se conservan incorruptos no sé si fruto de la santidad o de las industrias conserveras), es por ello que a veces se me va la cabeza y olvido, nombres, fechas y lugares.

Por si alguien no se ha dado cuenta aun, yo ya no vivo.

Vamos que podríamos decir que estoy pajarito, en los huesos, desde hace muchos muchos años. Sólo soy un pensamiento, una memoria, un espectro, un espíritu...vamos un fantasma.

Les decía que me gustaba la navegación por lo que no tardé en interesarme por ese mundo. Varias veces intente embarcarme sin éxito. Mi padre nunca lo consintió. Era el único varón y el predestinado a continuar la dirección de la empresa familiar.

Quizá movido por ese quiero pero no puedo me dio por el remo.
Y el Guadalquivir fue la autopista de mis escapes naúticos.
Con un grupo de amigos creamos un club de remo; el Sevilla Rowing Club. Fuimos los herederos de otros clubs que continuaban la tradición remera en el rió.
Creo recordar que fue en 1875 cuando se creó el Club de Regatas de Sevilla siendo sus creadores entre otros; Eduardo Johnston natural de Oxford y que más tarde llegó a ser vicecónsul inglés en nuestra ciudad y el capitán Goerge Welton, años más tarde estos señores nos fueron de gran ayuda a la hora de emprender la nueva afición que nos entró; el foot-ball. Un año después y siguiendo la tradición dual sevillana aparece la Sociedad Sevillana de Regatas compuesta toda por integrantes españoles frente a los franceses e ingleses que componían en gran parte el primer club.
Nuestro Sevilla Rowing Club nació en 1890 c0n la idea de volver a fomentar en la juventud la afición en las regatas, que se había perdido con la desaparición pocos años antes de las sociedades antes descritas.
A bordo y como proel de nuestro esquife San Miguel dimos mucha guerra. Vestíamos de rojo y negro. ¡Qué tiempos!.

Seville

Esta es mi ciudad. Sevilla.
Una joya atravesada por un maravilloso rio vertebrador de toda Andalucía.

El plano que ilustra esta entrada lo realizó, para una publicación británica, mi amigo el escritor y viajero romantico Mr. Calvert. Recuerdo como lo calcamos a plumilla una fria mañana de 1905. También recuerdo que aquella tarde nevó. Fue divertido ir traduciendo los lugares más emblemáticos de la ciudad; bull ring, museum, Isabel II bridge, Archbishop Palace...

Me gusta Sevilla y me gusta su rio y sobre todo la torre del Oro

Esta simpar atalaya a la orilla del Guadalquivir rodeada de grandes paseos y extensas zonas de esparcimiento. Cuanto he disfrutado alrededor de ella, ora sobre mi bote ora pateando una pelota de cuero con mis amigos y apasionados sportmen.

Sevilla, su rio, su torre vigía y sus barcos.

Siempre me distrajo mucho acudir al puerto y ver llegar y salir los buques y vapores. De tantos sitios, de tantas nacionalidades. Muchos de ellos ingleses como yo. Y verlos atracar sus amarras a los muelles junto a la desembocadura del Tagarete. Y ver al práctico dando órdenes al capitán y al piloto...y trasladarme mentalmente a cualquier puerto inglés, aunque sin niebla claro. Y compartir idiomas; -Hello White Jr. -Hello Hello welcome to Sevilla captain.

Hello friends.

My name is Isaias White Jr.
I was born in Seville in 1869…, sorry, excuse me, perdonen. A veces no sabe uno cuando piensa y escribe en inglés y cuando lo hace en el idioma de la tierra de María Santísima.
Me presentaré de nuevo.
Me llamo Isaías White Méndez y soy sevillano. También soy inglés.
Mi padre, Isaac White Levis, sí es inglés de nacencia, de Glouster. Es ingeniero e industrial. De él ya hablaré en otro momento con más detenimiento.
Mi madre, María Luisa, es de Almadén, un pueblo de Ciudad Real.
Somos cinco hermanos; mis tres hermanas mayores, María Luisa, Emilia y Ramona, un servidor de ustedes y la pequeña de nombre Elisa.
También viven en casa la tía Carmen y dos sirvientas que son como de la familia; Dolores e Ignacia.
Vivimos en Sevilla, en la calle Bailén nº 41, en la parroquia de San Vicente.
Les decía que soy sevillano y vivo y siento como tal, pero una constante contradicción habita en mi interior y me siento feliz cuando estoy rodeado de súbditos británicos. También siento como ellos y me siento integrado en sus costumbres, en sus aficiones y con su lengua. Soy bilingüe claro está.
Hay cosas de esta ciudad, Sevilla, que no me gustan nada. Otras me apasionan. Mi sueño es integrar los aires británicos en la esencia de este maravillosa perla de Andalucía.
Soy joven, emprendedor y dinámico. Mi afán de ampliar mis horizontes es constante y lucho a diario por ello.