domingo, 7 de marzo de 2010
Gracias.
sábado, 6 de marzo de 2010
Fotografías.
Hacía pocas jornadas que había remitido una misiva al Club de Recreo de Huelva invitándoles a que viniesen a Sevilla para disputar un match de foot-ball. Andábamos algo nerviosos con los preparativos pues el asunto era complejo, muy complejo.
Primero tuvimos que acordar con la Sociedad de Carreras de Caballos que nos cediesen el hipódromo. Consideramos que no había en Sevilla un lugar más idóneo para la partida, con su preciosa grada y su bien cuidada pradera. Las gestiones con el vicecónsul inglés también fueron arduas, aunque muy gratificantes, dada su predisposición a dar lustre al evento y por la inestimable colaboración del padre de mis amigos los Welton. Por último, los preparativos para agasajar a nuestros invitados tras la partida tampoco fueron moco de pavo. No podía faltar de nada y reservamos un buen salón en el Café Suizo con pianista incluido y un ágape a la altura del esplendor que pretendíamos.
Estábamos atareadísimos con lo anterior cuando mi padre va y me dice;
-Isaías; mañana a primera hora te quiero ver en la fundición, vienen unos periodistas de Madrid para hacer unas fotos de la fábrica.
Y así fue. Llegaron dos tipos con bombín llevando uno de ellos una moderna y sofisticada cámara fotográfica. Capturaron una imagen del campo de tiro que usábamos para comprobar el calibrado de los cañones, otra de la cadena de montaje de la fábrica y una última en la que posamos en el centro de la nave José Portilla, el operario jefe, mi padre y yo.
Fue una de mis primeras fotografías.
Después llegarían otras.
martes, 2 de marzo de 2010
Decíamos ayer.
También deseo fervientemente unas buenas jornadas a mis detractores, que me consta que los tengo.
Mi alma extracorporea regresa de nuevo. Asuntos en el extranjero -negocios; ya saben- me han mantenido ocupado las últimas semanas.
Por aquello de que soy un fantasma y mi ubicuidad es manifiesta, ando más o menos al corriente de los andanzas que un grupo de aficionados al sport se traen entre manos en los últimos tiempos. Se empeñan en rescatar asuntos de un lejano pasado del que al parecer están tremendamente interesados.
Lo mismo mis sobrinos podrían ayudarles pero vete tu a saber si darán con su paradero. Pero por si me leen, queden tranquilos, que recuerdos impresos hay -y muchos- e irán apareciendo poco a poco.
Todo es cuestión de buscar y sobre todo de dónde buscar...y puede que se lleven grandes sorpresas.
Ahora disculpen, debo deshacer mis maletas y planchar las sábanas :D
martes, 19 de enero de 2010
Mac Andrews; ese traidor
Y Mac Andrews fue un traidor.
Quizá por mi sangre inglesa o porque nunca tuve un pelo de tonto ;D, nunca me fié de los escoceses.
Se brindó el primero para dejar al margen a los remeros del Rowing, me colocó en el equipo a todos sus amigotes de la Seville Water y de su propia naviera y cuando ya estaba todo montado de dio el piro.
Una lástima, porque mostraba maneras. Era un grandísimo defensa. Nunca se lo perdoné.
Cuando nos dejó en 1892 me contaron que se marchó a Barcelona, y pensé; allí la lía otra vez. Y me salí con la mía. La volvió a liar.
Se le vio jugando al football vestido de rojo en 1893 junto a Wood, en unos terrenos próximos al hipódromo barcelonés, desplazando de su legítimo sitio a los remeros catalanes (igualito, igualito que hizo en Sevilla) y hasta quiso organizar un club de football.
!Valiente fantasma!
Y después se quejan ustedes de mi.
lunes, 18 de enero de 2010
Los catalanes, !esos copiones!
¡Esto ya lo inventamos nosotros antes aquí, en Sevilla!
Nuestro Rowing Club nació para tapar el hueco que dejaron las extintas sociedades de remo. No me digan que no fue exótico el nombre elegido; Rowing Club ¿mola verdad?
Y conociendo por marineros británicos y por otros hijos de la Gran Bretaña, amiguetes todos, el nuevo y apasionado sport nos lanzamos a practicarlo.
El primer problema vino dado por el desconocimiento que del football tenían los colegas del Rowing. Eran remeros sí, pero no atinaban con la pelota. Vamos que eran todos unos petardos. Así que tuvimos que descartarlos para el equipo de fútbol que creamos y reclutamos a personajes más variopintos, o mejor llamémosle de otro modo, más británicos.
Pd. Les recuerdo que soy un fantasma. El fantasma de Isaías White. Y que White, o sea yo, y mi proyección material y corporal palmaron hace muchos años. No busquen usurpadadores. No cuestionen lo obvio y relájense.
Y recuerden que no les llamé. Entraron sólos.
Y piensen.
Y mediten.
Y sigan en su lucha.
domingo, 17 de enero de 2010
A mis 44 y con bisoñé.
Mi concuñao
- El marido de tu hermana es un metepatas.
Sí un metepatas ¿pasa algo? Se empeñaba en llevarme la contraria en todo. Siempre pensó que mis deportes de juventud fueron un privilegio de niños "pollo", vamos, de vividores que no tienen que madrugar para ganarse el pan con el sudor de su frente. A él lo hubiese querido yo ver en la fundición, allí si que se sudaba, en esos meses de verano con la calima y el rio al lado despidiendo un bochorno insoportable.
Sí, mi amantísima Angelines, tu cuñado era un sieso.
Anda que tardó bastante en incluirse en la Sociedad Sevilla Balompié, allá por 1908, con tal de llevarme la contraria.
Nunca soportó mis aficiones mi querida Angelines, esposa mía María de los Ángeles LLosent y Pascot.
¡Viajeros al vapor!
Pero sí. Creanme que no les miento. Desde niño acompañé a mi hermana mayor cientos de veces a las oficinas de Villasís a llevarle a mi padre la merienda, donde le veía acompañado de otros de su gremio; Vinuesa, Ybarra y otros consignatarios de distintas nacionalidades.
Casi siempre interrumpían sus conversaciones al vernos llegar. A veces, pocas, les pude oír hablar de política o de novedades y usos sociales que llegaban desde el extranjero.
El vapor "Adela" era nuestro buque insignia.
sábado, 16 de enero de 2010
La empresa de navegación de mi padre
Seville
Esta simpar atalaya a la orilla del Guadalquivir rodeada de grandes paseos y extensas zonas de esparcimiento. Cuanto he disfrutado alrededor de ella, ora sobre mi bote ora pateando una pelota de cuero con mis amigos y apasionados sportmen.
Sevilla, su rio, su torre vigía y sus barcos.
Siempre me distrajo mucho acudir al puerto y ver llegar y salir los buques y vapores. De tantos sitios, de tantas nacionalidades. Muchos de ellos ingleses como yo. Y verlos atracar sus amarras a los muelles junto a la desembocadura del Tagarete. Y ver al práctico dando órdenes al capitán y al piloto...y trasladarme mentalmente a cualquier puerto inglés, aunque sin niebla claro. Y compartir idiomas; -Hello White Jr. -Hello Hello welcome to Sevilla captain.
Hello friends.
I was born in Seville in 1869…, sorry, excuse me, perdonen. A veces no sabe uno cuando piensa y escribe en inglés y cuando lo hace en el idioma de la tierra de María Santísima.
Me presentaré de nuevo.
Me llamo Isaías White Méndez y soy sevillano. También soy inglés.
Mi padre, Isaac White Levis, sí es inglés de nacencia, de Glouster. Es ingeniero e industrial. De él ya hablaré en otro momento con más detenimiento.
Mi madre, María Luisa, es de Almadén, un pueblo de Ciudad Real.
Somos cinco hermanos; mis tres hermanas mayores, María Luisa, Emilia y Ramona, un servidor de ustedes y la pequeña de nombre Elisa.
También viven en casa la tía Carmen y dos sirvientas que son como de la familia; Dolores e Ignacia.
Vivimos en Sevilla, en la calle Bailén nº 41, en la parroquia de San Vicente.
Les decía que soy sevillano y vivo y siento como tal, pero una constante contradicción habita en mi interior y me siento feliz cuando estoy rodeado de súbditos británicos. También siento como ellos y me siento integrado en sus costumbres, en sus aficiones y con su lengua. Soy bilingüe claro está.
Hay cosas de esta ciudad, Sevilla, que no me gustan nada. Otras me apasionan. Mi sueño es integrar los aires británicos en la esencia de este maravillosa perla de Andalucía.
Soy joven, emprendedor y dinámico. Mi afán de ampliar mis horizontes es constante y lucho a diario por ello.